Todos
los programas de televisión requieren de un equipo que saquen este adelante. Un
director, un guionista, unos productores, los cámaras… pero ¿quién hay detrás
de los aplausos? Para nada es gente con un currículum brillante, o
intelectuales entendidos del tema. No caigamos en error.
Quién
no se ha sentido atraído alguna vez por “Te invitamos a que conozcas en primera
persona los secretos de Pasapalabra” o “¡Pasa una mañana en el 'El programa
de Ana Rosa! ” ¿Pero sabemos
realmente lo que entrañan los programas de televisión?
Desde
el otro lado de la pantalla todo parece un ambiente entrañable, cordial y envidiable
a los ojos de los telespectadores. Iván Ortega nos ofrece su testimonio. “Son
muchas horas, nos tratan como a ganado y por muy poco dinero”. Con esta frase Iván
describía sus experiencias en programas como Hay una cosa que te quiero decir o Mujeres y Hombres y Viceversa…“Dependiendo del programa nos citan a
una hora u otra, por ejemplo, el programa de La
Voz tienes que estar a las 11 de la mañana en Plaza Castilla y terminas
sobre las 12, la 1 de la mañana; y todo ello por 9 euros”.
Iván
nos rememora su peor experiencia en el programa de Jorge Javier Vázquez. Recuerda
que estuvieron más de dos horas expuestos bajo el sol de mediodía de pie. Con
aseos portátiles de obra en los que la higiene estaba fuera del orden del día.
Una vez dentro del plató, el presentador tardó más de dos horas en presentarse.
Este
nuevo tipo de ocupación se encuentra demandado principalmente por personas que
se encuentran en situación de desempleo sin prestaciones, en un 15%, jubilados en un 30%, estudiantes un 5%, o de
escasos niveles educativos 50%, siendo estos la gran mayoría. Según expone Ortega.
Este último grupo es en el que más se debe incidir. Ya que son personas que por
su condición no pueden acceder a puestos de trabajos que requieran grandes
capacidades y competencias.
Esta nueva profesión no requiere de ningún
título universitario, ni idiomas y tampoco experiencia. El requisito
fundamental es seguir una serie de pautas. Aplaudir cuando se le exige y
sonreír.
En algunos programas es obligatorio que
los hombres vayan trajeados y las mujeres peinadas y maquilladas. Dependiendo
de la dirección, la cadena permite o no ir al aseo; pues se graban hasta 4
horas seguidas. Cuando la grabación coincide con la comida o cena y oscila
entre las 7 horas, te dan un bocadillo de salchichón o chorizo, en el mejor de
los casos, siendo el peor mortadela o chope, y no en todos los programas;
afirma Iván.
Uno de los datos sorprendentes es desde dónde se
desplaza el público para asistir a los platós; Torrejón de Ardoz, Guadalajara,
Collado Villalba, Getafe, etc… Pero todo ello arrastra la necesidad. Esos ocho,
nueve euros que recibes, son el pan, la leche y las lentejas de una familia
entera para unos pocos días. Siempre acuden las mismas personas, son caras
conocidas, somos como una gran familia. Surgen incluso parejas de hecho,
amistades… aclara Iván. Quién acude todos los días a uno o dos programas, para
poder salir al pasoLos nombres aquí citados no se asemejan a la realidad.
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