lunes, 7 de enero de 2013

Primera noche II

Me llené de coraje, y dejé que el corazón, hablase por mí. Le dije que ya iba siendo hora de que fuese sincera con él, se quedó expectante, como si la vida le fuera a dar un mazazo del que no sé podría recuperar. Respiré, y admití que no me había fijado en él hasta que me saludó por primera vez. Que todos estos días en los que hemos hablado me había regalado un pedacito de él que me encantaba.Habíamos compartido tantas cosas que ya era inevitable olvidarme de él.¡Me gustas tanto que me duele, pero me dolería aún más si te perdiera! 
Se quedó frío, helado, sin palabras, musitaba cosas sin sentido.En ese momento me sentí aliviada, como si me hubiera quitado un gran peso de encima y un remordimiento de conciencia, pero a la vez, consternada por su reacción. Me levanté del suelo, respiré, y me dispuse a ir hacia el campo de entrenamientO mientras él seguía ahí, en el suelo.¡¡¡ESPERA!!!-Dijo. Me quedé de piedra, no sabía como podía habérselo tomado. Me dí la vuelta, cuando quise darme cuenta ya estaba de pie, a mi lado. Comenzó a hablar con voz temblorosa. Confesó que hubo una temporada en la que el sentimiento era el mismo. Pero no quería romper la amistad que hay entre nosotros.Sentí que en ese momento el mundo se derrumbaba a mi alrededor. ¿Cómo he podido ser tan egoísta? He puesto nuestra amistad en peligro. Él había sopesado primero las consecuencias.Hubo un momento en el que quería romper a llorar. Pero un pensamiento fugaz en mi cabeza me abrió los ojos. No significa que no me quiera, significa que no me quiere perder.Finalmente comprendí,que seguía siendo un te quiero, pero de manera distinta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario